viernes, 20 de febrero de 2015

No al novillo

Delia G Gonzalez
20 de febrero del 2015 

“NO AL NOVILLO”
La Presa El Novillo, más formalmente llamada Presa Plutarco Elías Calles, es una represa ubicada en el cause de los ríos Yaqui Aros, entre los municipio de Soyopa y San Pedro de la Cueva, Sonora. Fue puesta en operación el 14 de noviembre de 1964 y cuenta con una central hidroeléctrica que genera 135 mega watts de energía eléctrica. El embalse tiene una capacidad para albergar 2.925 hm3 de agua.
La presa el Novillo como su nombre lo dice se encuentra ubicada en un pueblo llamado el Novillo, Soyopa, Sonora. La presa se encuentra a 5 kilómetros de este pueblo, en el pueblo habitan alrededor de 600 personas.
Desde marzo del 2010 hasta este año, en Sonora se han realizado movimientos de protesta que incluyen marchas de mujeres con cacerolas en mano, mítines en Ciudad Obregón de más de 30 mil participantes, denuncias públicas, bloqueos de carreteras, tramo Ciudad Obregón-Guaymas, a la altura del poblado Vicam, en territorio de la etnia yaqui, al sur de la entidad.

Se trató de un acto de repudio y protesta, realizado por integrantes del movimiento ciudadano “No al Novillo”, y contra la apertura de brechas paralelas a la carretera internacional en el territorio yaqui, sin su anuencia. El movimiento está conformado por productores y usuarios del Distrito de Riego No. 41 del Valle del Yaqui y los ocho pueblos de esta tribu: Vicam, Cocorit, Huiribis, Torim, Belem, Potam, Raum y Loma de Bacum.
Sin embargo, Padrés Elías (Gobernador del estado de Sonora)  insiste en realizar el acueducto, en desacato de los resolutivos judiciales, interpuestos por usuarios y productores del Distrito de Riego No. 41 y del Valle de Yaqui. Su posición de sea como sea y cueste lo que cueste, hace que el movimiento continúe sus protestas.
El acueducto afectaría, en forma total, el desarrollo agrícola del Valle del Yaqui y del sur de Sonora que conforman productores sociales y privados, cuya razón jurídica de existencia está en el Artículo 25 de la Constitución vigente.

Según opinión de usuarios e integrantes del movimiento, el acueducto no resuelve los problemas de agua potable de Hermosillo y sí pone en peligro la capacidad productiva de agricultores y usuarios de la región.





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