EL PAIS
SANDRO POZZI Nueva York 20 FEB 2015 - 19:05 CET
Buffett pone una pica en Europa
El oráculo de Omaha compra una cadena dedicada a artículos para motocicletas, con 70 tiendas en Alemania y Austria
Warren Buffett pone la mirilla de su ingente batería de inversión en Europa, con la compra de una cadena alemana dedicada a la venta de artículos y accesorios para motocicletas. Berkshire Hathaway, el instrumento financiero a través del que el oráculo de Omaha ejecuta sus compras, acaba de adquirir la compañía Devlet Louis Motorradvertriebs por 400 millones de euros. Es la primera adquisición directa que hace el conglomerado en el Viejo Continente.
El desembolso es menor si compara con el efectivo que Berkshire puede movilizar. Pero en este caso, el movimiento se ve más como clara declaración de intenciones. Aunque Buffett concentra sus inversiones en compañías “made in USA” con una marca muy consolidada como Coca-Cola, IBM o Heinz, también dijo que no pestañeará si se le presenta una oportunidad fuera.
La compra se realizó en diciembre, cuando la de Duracell, pero no se hizo pública hasta ahora. Louis opera 70 tiendas en Alemania y Austria. Es un negocio muy localizado que genera unos 265 millones de euros en ventas anuales, según indica el Financial Times. Por ponerlo en contexto, los ingresos de Berkshire Hathaway ascendieron a 51.200 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2014.
Los resultados de cierre de ejercicio se presentarán en las próximas dos semanas, junto a la tradicional carta a los accionistas. El conglomerado está presente en compañías muy diversas, desde el negocio de seguros con Geico, pasando por empresas energéticas como Suncor, además de concesionarios de coches, compañías ferroviarias, bancos y negocios vinculados al consumo.
No es la primera excepción a las reglas que guiaron durante cinco décadas la filosofía de Buffett. Berkshire Hathaway ya puso antes capital en PetroChina, la matriz del fabricante de coches eléctricos BYD Auto y la israelí IMC International Metalworking. Sin embargo, en el pasado admitió que tenía una asignatura pendiente con Europa. El mismo comenta al FT que “logró romper el código en Alemania”.
La operación, como se comenta en los corrillos de Wall Street, abre por tanto la puerta a más compras en el Viejo Continente. Warren Buffett ya dijo públicamente en las últimas juntas de accionistas que la crisis en Europa presenta muchas oportunidades para hacer negocio. Pero el veterano inversor debe su éxito en el hecho de ser paciente y meticuloso cuando pone a funcionar el dinero.
Buffett ya insinuó a comienzos de año en una entrevista con la cadena Fox Business que iba a comprar “algo pequeño en Europa”. Pero después dejó clara su preferencia por “cosas grandes” frente a las de tamaño medio. Fue Ute Louis, la vida del fundador Detlev Louis, la que decidió hacer el primer movimiento mostrando su interés por ponerse bajo el paraguas de Berkshire Hathaway.
La fuerza oculta del cartel de Sinaloa
La principal organización criminal de México, dedicada sobre todo al narco, no se ha debilitado un año después de la detención de su líder, el Chapo Guzmán
Por Francisco I. Madero, un bulevar de Culiacán flanqueado por restaurantes como El Pollo Feliz, solían circular ferraris y lamborghinis con la música a todo volumen. Al volante, mirreyes cuyos padres hicieron fortuna de la noche a la mañana en el negocio de la droga. Tras la detención de Joaquín El Chapo Guzmán, hace un año, se impuso el recato. La caída del líder del cartel de Sinaloa fue un aviso a navegantes. Desde entonces, muchos de los jóvenes que aspiran a imitar la vida del bandolero multimillonario, convertido en mito, conducen coches de gama media y suben las ventanillas para que nadie los reconozca en los semáforos.
La presencia del cartel en la capital de Sinaloa, el centro de operaciones de los narcotraficantes, es ahora más subterránea y sutil, pero su poder es igual de robusto que cuando El Chapo no estaba entre rejas. “El cartel está ahí. No se le nota débil, resquebrajado, dividido o en riesgo de desaparecer. No ha nombrado a un sucesor, al menos, visible, pero la impresión que tengo es que si alguien hace las veces de capo es Ismael Mayo Zambada, que es el más fuerte. Controla las policías. El hijo del Chapo, Iván Archivaldo, controla el menudeo en Culiacán aunque son funciones autorizadas por Zambada. El concepto victorioso del Gobierno deteniendo a un capo importante como el Chapo, como si el narco fuera a desaparecer, es un mito”, explica Javier Valdez, director de Riodoce, una publicación de referencia en la ciudad.
El crimen organizado de Sinaloa se pliega con frecuencia a las exigencias del mercado. Es tiempo de diversificar, según los analistas. La Universidad de Rice, de EE UU, en un estudio citado por el portal de noticias sinembargo.mx, alerta de que el interés de Sinaloa tras la aprehensión del Chapo por los grandes depósitos de petróleo y gas shale en la frontera México-Estados Unidos es uno de los obstáculos de la reforma energética aprobada por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. El año pasado Pemex, la petrolera estatal, perdió 1.150 millones de dólares debido al robo en oleoductos. Los ladrones tienen el conocimiento necesario para perforar tuberías presurizadas.
El transporte y venta de de cocaína y heroína, sin embargo, siguen siendo las principales fuentes de ingresos del cartel. La proliferación de las drogas sintéticas en EE UU ha llevado también a los capos sinaloenses a invertir grandes cantidades en laboratorios clandestinos. Los mexicanos no tienen que importar la mercancía desde Colombia o Bolivia con el gasto que eso conlleva. Las farmacias ambulantes se instalan en edificios de la zona urbana de Culiacán o en lugares remotos de la sierra de Sinaloa, donde históricamente se ha cultivado la amapola. En esas brechas de difícil acceso se producen toneladas de la droga conocida como cristal.
Los cocineros mexicanos han sido instruidos por estadounidenses sureños que conocen a la perfección el negocio, pero la falta de experiencia a veces les ha jugado malas pasadas. El año pasado, dos jóvenes bajaron a toda velocidad de la sierra con un compañero moribundo en el asiento de atrás del coche. Lo dejaron en un hospital de Culiacán, aunque ya era tarde. El muchacho no había utilizado la mascarilla, inhaló vapores químicos y murió intoxicado. El que conducía ese coche que se largó del hospital lo antes posible para que nadie le tomara la matrícula se llama Eduardo.
Eduardo, de 26 años, regentaba un autolavado en el que también vendía coches de segunda mano. Un día, unos tipos le propusieron pagarle con cristal el doble del valor de un coche. Dudó, aunque acabó accediendo. Colocar esa droga al otro lado de la frontera, donde realmente tiene valor, le llevó a internarse en las intimidades del cartel. “Tengo que pagarle 850 dólares por libra al transportista que lo lleva a la frontera, y 350 al que bota la mercancía a EE UU. Allí se hace cargo un dealer. No crea que es tan fácil ganar dinero, hay mucho intermediario”, dice Eduardo. Acabó asociándose con un par de amigos para cocinar su propio producto. Con o sin el Chapo, la cadena de montaje no se ha obstaculizado.
En ausencia del Chapo, la tasa de homicidios en el Estado de Sinaloa se ha reducido, aunque ninguno de los analistas consultados puede ofrecer una explicación. En 2013 fueron asesinadas 1.208 personas, por 986 al año siguiente. La tasa por cada 1.000 habitantes es de 33.33, solo superado por Guerrero, la caótica región en la que desaparecieron los 43 estudiantes en septiembre.
El Chapo, tras ser detenido en la localidad costera de Mazatlán, en una urbanización, dijo, como muchos de sus antecesores al enfrentarse a un interrogatorio, que él no era más que un humilde campesino. Lo que no dijo es que tras el granero ocultaba la fábrica criminal más perfecta, que por ahora no ha dejado de producir.
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